Comparte Julián Meza un memorable viaje a Constantinopla
Notimex mié 14 sep 2011 09:04
México, 14 Sep. (Notimex).- Para demostrar que a partir de los libros se puede viajar a cualquier lugar, incluso a una ciudad antigua ahora en ruinas, Julián Meza escribió "Constantinopla, la isla del mediodía", que presentó la víspera en Casa Refugio Citlaltépetl, de esta ciudad.
Pretendiendo convencer a los asistentes de esa idea, incluso antes de la presentación del libro, el autor dijo haber viajado a Constantinopla recientemente, a esa localidad que calificó como "la puerta de acceso entre el Oriente y Occidente".
También adelantó que, desde la misma premisa, entre sus proyectos futuros está escribir y editar un material literario sobre Pompeya y la Grecia antigua.
Ya en la plática, el escritor comentó que se inspiró en un viaje que realizó a la actual capital de Constantinopla. Para él, acercarse, leer y conocer de la historia de un lugar, le permite al ser humano "poder ir a donde quiera", crear y recrear los lugares con gran resplandor en el pasado.
Primero comenzó a escribir sobre los monumentos que vio en la metrópoli de Constantino, pero después de un tiempo se dio cuenta que para poder dar a conocer, saber y exponer de manera clara sobre el lugar, debía ir a la isla de Sicilia, donde se encuentran los verdaderos registros monumentales de la historia mediterránea.
Y afirmó que todo lo que se conoce en el mundo fue creado y dado por el Mediterráneo, en la Pompeya, para ser preciso, todo excepto una cosa: la electricidad, uno de los inventos "más horribles", dijo, que se pudieron aceptar.
"Todo tiene su origen en Pompeya, todo es una extensión del Mediterráneo, nosotros somos una extensión de él, todo parte de la historia del Mediterráneo", señaló.
En su turno, José María Espinosa describió al historiador y ensayista Julián Meza, y a su trabajo literario en esta oportunidad, como un "gesto de convivencia", de compartir su conocimientos en narrativa fluida.
Además de comentar que el texto es "un viaje en busca de raíces", de los orígenes occidentales del mismo autor, que "no sólo sabe mirar fuera de sí, con asombro, sino también dentro de él", a través de su medio expresivo, la novela.
Y lo expone a manera de "conversación que se prolonga en todo el libro, llevándonos a viajar y conocer Constantinopla y Sicilia".
Después de éste, el autor Francisco Segovia coincidió y puso énfasis en que algunos puntos antes tratados calificando al escritor como "un buen historiador y buen narrador", capaz de llevar a cabo esta paradoja, el ser "un viajero que es a su modo un lector y un lector que es siempre un viajero".
En ambos discursos, los autores invitados leyeron sus comentarios con varias paradojas, de estas construcciones, que dijeron, le gustan al historiador Julián Meza, un escritor que en su texto puede transmitir el "placer del viaje".
Y para cerrar el programa, la poeta María Baranda llegó a leer un breve discurso en el que, de igual manera, catalogaba al escritor y a su texto como una manera de viajar por medio de las palabras y la imaginación.
Señalando en este caso que para Julián Meza, un sueño se volvió realidad, permitiéndole conocer y llegar a adentrarse en una ciudad antigua, con más de dos mil 500 años de existencia.
Los agradecimientos no se hicieron esperar por parte del autor y de José María Espinasa, el moderador, quien fungió también como comentarista en la presentación de "Constantinopla, la isla del mediodía".
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